Es la salsa con miel más conocida hoy en día. Combina perfectamente con carnes, también se puede usar con pescados y ensaladas verdes. La combinación de lo amargo y picante de la mostaza y lo dulce y suave de la miel es excelente.
Ingredientes: Medio limón, 60 gr. miel, 30 gr. de mostaza, 75 ml. de aceite de oliva suave y sal.
Cortamos el limón por la mitad, lo exprimimos y vertemos el zumo en un recipiente para batir. El zumo de limón es necesario porque es el ingrediente que nos ayuda a emulsionar la salsa cuando se mezcla con el aceite de oliva. También podríamos reemplazarlo por vinagre.
Añadimos la miel y la mostaza y comenzamos batiendo con una batidora hasta conseguir una textura homogénea. Vamos añadiendo el aceite a hilo para que vaya montándose la salsa poco a poco, y ajustamos de sal.
Si queremos una salsa de miel y mostaza más suave, podemos añadir un poco de yogur natural, preferiblemente griego para que mantenga la textura.